Las calles de Baiona vuelven a lucir sus mejores galas medievales un año más, Arribada 2022
Hace 529 años la carabela de La Pinta llegó a Galicia con una noticia que no dejaría indiferente a nadie: habían descubierto nuevo mundo
Este fin de semana Baiona respiraba aire medieval por cualquiera de sus rincones, ya ha llegado la Arribada 2022. Incluso entre los propios asistentes se podía ver la inspiración que esta fiesta les había dado, podíamos encontrar tres tipos de personas:
1. Entregados en cuerpo y alma a la causa: disfrazados de pies a cabeza con vestidos de doncella , trajes de caballero, magos y monstruos…parecían recién salidos de un cuento y le daban al clima un sabor intenso a fantasía.
2. Semi entregados: vestidos de calle pero con algún que otro adorno medieval en un vago intento de integrarse en esta fantasía.
3. Los «no me disfrazo ni aunque me paguen»: el mismo nombre los define, vestidos como si este fuese un fin de semana cualquiera de sus vidas.
Honestamente, resultaba más divertido cruzarse por la calle a todos aquellos que se entregaban a la fiesta de alguna manera, al fin y al cabo, daban vida andante a la fantasía medieval que impregnaba las calles y eso era de agradecer.
Un espectáculo medieval abarrotó la playa de personas espectantes ante la hazaña que se estaba llevando a cabo. En la arena, caballeros montados a caballo luchaban entre ellos al ritmo de la música, todo ello a la orilla del mar.
Las calles serpenteantes de Baiona en la Arribada 2022
Si decidías perderte por las serpenteantes calles de Baiona lo conseguías con facilidad. Calles estrechas bañadas en piedra, adornadas con banderines medievales de todos los colores (rojos, verdes morados…)
Gastronómicamente hablando, tampoco se quedaba corta la oferta, las calles estaban repletas de puestos desmontables, de todo tipo de carnes, para disfrutarlas con un buen pan. Aparecían en cada esquina y se podía seguir su rastro fácilmente gracias al olor.
En algunas plazas se podías encontrar talleres artesanales, dónde no se podía distintinguir bien quién disfrutaba más, si los padres o los hijos. Puestos de madera, cuernos medievales, botijos…y un sinfín de ofertas. Todas ellas conectadas de alguna manera con la Edad Media.
Y, por supuesto, no podía faltar la parte de ocio. Dónde todo el mundo iba de bar en bar y de calle en calle, saludándose unos a otros, haciendo amigos como si de un campamento se tratase.
Qué tendrá la Arribada que parece sentarle tan bien a todo el mundo. ¡Ya estamos deseando repetir! Hasta pronto Arribada.