Disfruta de las tascas pamplonicas

Para los pamplonicas, el poteo (como muchos llaman al tapeo en País Vasco y Navarra), es una gran tradición. Y muchos no se conforman con cualquier cosa, sino que buscan los mejores vinos y las mejores tapas de la ciudad. La cocina en miniatura se ha convertido en la protagonista de los fines de semana, especialmente en la zona más céntrica de la ciudad. El poteo se concentra en las tascas y tabernas de la Plaza del Castillo, y las calles San Nicolás, San Antón, Zapatería y, cómo no, la famosa calle Estafeta, muy popular por ser por donde desfilan toros y corredores durante los Sanfermines.

Para ir de cañas y pinchos, la zona más concurrida y con mayor concentración de bares es la Plaza del Castillo y las calles San Nicolás, Estafeta y alrededores. Podrá ir de bar en bar sin necesidad de recorrer ni diez metros, cuestión de ahorrar esfuerzos al caminar.

En la Plaza del Castillo lo que abundan son las terrazas que buscan la mejor orientación y el sol, tan apreciado en Pamplona. El de mayor tradición es el Café Iruña, inaugurado en 1888 y que conserva su elaborada decoración original, en estilo romántico. Tiene el llamado “Rincón de Hemingway” que es un elegante local anexo al mismo restaurante, en el que está la estatua de Ernest Hemingway a tamaño real con la que podrá fotografiarse. Al ser el Café Iruña una entidad privada el acceso está condicionado a tomar una mínima consumición. Pero cualquier terraza es buena, aunque los precios, al estar en el mejor sitio de Pamplona, suben un poco.

En las calles San Nicolás y Comedias, San Antón y Zapatería van los bares uno detrás de otro, muchos son de toda la vida y la mayoría han sido reformados recientemente convirtiendo las antiguas tabernas en elegantes y modernos locales. Las barras siempre repletas de pinchos, buen ambiente y buena música.

Y en la famosísima calle Estafeta y cercanías tenemos un sinfín de locales donde elegir. Todos de las mismas características, barras llenas de pinchos, se puede salir a la calle a tomar la consumición, y los fines de semana llenos de gente.