Acantilados de Galicia: Ruta por los más espectaculares

Encaramarse al borde de cualquiera de los acantilados de Galicia hace que nos posea ese espíritu tan propio del romanticismo de otra época. El mar indómito. La tierra quebrada. Las rocas escarpadas. Un abismo que no separa, sino que une… Las pasiones se desatan en sintonía con la naturaleza más embravecida.

Sentirse minúsculo ante la inmensidad. Ver el sol como nunca lo has visto. Sentir el viento en la cara como nunca lo imaginaste. Ser testigo de la fuerza del mar, respirar su aliento y sentirte tan vivo como las olas. Querer ser como la roca que resiste los embistes que se le vienen encima. Y pasar, de repente, de la tempestad a la calma, de lo brutal a lo místico.

Ruta por los acantilados de Galicia

Para vivir todas esas sensaciones, y muchas más infinitas de contar, solo tienes que subirte al coche y emprender esta Ruta por los acantilados de Galicia más espectaculares.

Cabo Home – Entre playas y senderos

En la península del Morrazo se encuentra un gran mirador natural de las islas Cíes y Ons, las principales Islas Atlánticas. Los acantilados de la Costa da Vela son de una belleza paisajística variada. Espesa vegetación, hermosas y acogedoras playas como la de Melide, senderos y caminos donde se respira aire puro, y vistas a un océano de aguas limpias y transparentes.

En invierno el mar ruge y te contagia su espíritu indómito. Con el verano llegan la calma, las puestas del sol, los baños y la brisa marina que refresca y acaricia. En Cabo Home encontramos una versión a pequeña escala de los acantilados de Galicia situados más al norte, quizá no tan grandiosa, pero inigualable en poderío evocado.

 

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Cabo Home, Pontevedra

 

Finisterre – El fin del mundo

En la Antigüedad el cabo de Finisterre era considerado el fin del mundo conocido. En la actualidad lo sigue siendo para los peregrinos que completan el Camino. Se encuentra en la Costa da Morte (Costa de la Muerte), llamada así por los trágicos naufragios que desde siempre se han sucedido en el lugar. El nombre nos da una pista de lo que nos encontraremos en este mítico lugar: más que un acantilado en concreto, la costa está salpicada de islotes, acantilados y arenales de diversas amplitudes, donde destaca, sin duda, el famoso Faro.

Si buscas una naturaleza arrolladora, una belleza que intimida y ver al sol deshacerse y morir en una cascada de color tras el horizonte del Atlántico, este es tu lugar.

Y hablando de cascadas, en plena Costa da Morte se encuentra uno de esos caprichos naturales únicos en Galicia. Nos referimos a la Fervenza do Ézaro, una cascada que se precipita directamente al mar. Este fenómeno es tan poco corriente que, de hecho, no hay otro río de Europa que lo haga. Solo el río Xallas ha sido capaz de realizar esa proeza.

Vixía de Herbeira – El más alto de los acantilados de Galicia… y de Europa

Vixía de Herbeira es el pico más alto de la sierra de A Capelada. Y se da la rara circunstancia de que la sierra es, al mismo tiempo, un sistema de acantilados costeros. Y es esta particularidad la que hace que tengamos en Galicia los acantilados con mayor altura sobre el nivel de mar de la Europa continental.

No es de extrañar, por tanto, que Herbeira nos ofrezca una de las más espectaculares vistas de la costa gallega. Desde la Garita de Herbeira, una vieja construcción que data de 1805, podemos ser testigos de toda la fuerza de la naturaleza más desbocada: potentes vientos, la fuerza de las olas golpeando una costa rocosa pero verde, y un mar en continua efervescencia.

Muy cerca de este entorno se celebra, además, la pintoresca romería de San Andrés de Teixido. La tradición, con tintes de leyenda, cuenta que a San Andrés de Teixido vai de morto o que non foi de vivo («va de muerto o el que no fue de vivo»). Y es que la costumbre manda a los parientes de los difuntos invitar al espíritu de los muertos a hacer peregrinación con ellos.

 

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Estaca de Bares, A Coruña

 

Acantilados de Loiba – El banco más bonito del mundo

Sobre los acantilados de Loiba se encuentra el famoso banco que se volvió viral debido a la inscripción que dejó un viajero anonadado: el banco más bonito del mundo, eso dejó escrito. Lo que le llevó a hacer esa impulsiva declaración fue la impresionante panorámica que se extiende desde cabo de Estaca de Bares al cabo Ortegal. Esta estampa tan enamoradiza está en el municipio coruñés de Ortigueira.

El entorno no se limita al azul infinito del océano, las rocas escarpadas contra las que rompen las olas, la hierba siempre verde y fresca y los arenales de ensueño. El cielo nocturno también se ha ganado el reconocimiento de la sexta edición del Earth and Sky Photo Contest on Dark Skies Importance. Y es que la preservación del cielo de la noche forma parte de nuestro patrimonio natural, y supone otro regalo para nuestros sentidos.

Estaca de Bares – Donde el Atlántico y el Cantábrico se besan

No podemos dejar de pasar, en nuestra Ruta por los acantilados más espectaculares de Galicia, por el que es el punto más al norte de la Península Ibérica. Hablamos de Estaca de Bares. Este cabo sirve de punto de separación (¿o deberíamos decir de unión?) entre el océano Atlántico y el mar Cantábrico.

Para llegar tenemos que dirigirnos al municipio de Mañón. Desde el mirador cercano al faro, los vertiginosos acantilados desafiarán nuestras emociones y nuestra capacidad de asombro. Y si la niebla hace acto de presencia, algo bastante habitual, prepárate para verte envuelto en ambiente único e absurdamente bello, un espectáculo casi fantasmal.

Además, Estaca de Bares es Sitio Natural de Interés Nacional. La razón es que aquí se halla un estupendo observatorio para los amantes de las aves. Se calcula que este lugar es zona de paso para cerca de trescientas mil aves migratorias cada año.

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